Contexto
Los niños la bautizaron con un nombre que combina el sentido de aventura con la imponente presencia natural.
Pirataflor es sagitariana. Abrió sus puertas al mundo en diciembre del 2012, 13 años después de que los propietarios llegaran a la República Dominicana con el proyecto del hielo.
Por cerca de 13 años, antes de la construcción de la autovía, las peregrinaciones de Santo Domingo a Samaná tomaron 5 horas por carreteras plagadas de baches y entrecruzadas por lentos animales de granja y alegres motoristas sin casco.
Hasta ese momento, Cosón era un destino absolutamente remoto y periférico al pueblo de las Terrenas. Se iba solo de pasadía, por caminos de arena, en busca de su excelente baño marino o de río y por los almuerzos divinos en “Al Paso”.
Pirataflor conectó a los niños que la visitaron con los elementos del trópico absoluto, y promovió los principios de autosuficiencia ante la naturaleza indómita.
Por su parte, los adultos encontraron en ella nuevos canales de interacción e integración y sintieron la llama de la creatividad aflorar en su interior.
Pirataflor cumple 12 años en diciembre 2024. En su corta vida ha sobrevivido ya a multiples huracanes y ha sentido de cerca el nacimiento y desaparición de árboles y animales, y ha presenciado a los humanos entregarse a los placeres de la cocina, de los cuentos, de la risa, del diseño, y del baile, entre otras cosas.